Después de tener este blog abandonado por un montón de años,
me tomo la licencia de retomarlo para referirme al asunto del títular, con el
fín de dar “mi lectura” del asunto. Está como de moda este término entre los
que quieren opinar de algo aunque nunca estuvieran allí o estuvieran un ratito
no mas. Pero entremos en materia.
El juego del “teléfono roto” es un eufemismo comparado con
lo que suscitó la realización de este evento a juicio de algunos asistentes y
otros enardecidos (y enardecidas) detractores, y para adobar un poco la
discusión, aporto estos apartes, aclarando que, diferente a los ya citados
ofendidos, yo si estuve allí sentado 23 horas durante los 2 días de realización
del evento en la condición mas desagradable, riesgosa y malagradecida a la que se puede exponer un
ser humano en un evento de estos: ser jurado, lo cual me da cierta autoridad de
conocimiento para expresar lo que aquí digo.
Empecemos por lo primero. Ser jurado. Muchísimas personas se
han manifestado contrariamente al respecto, cosa que respeto y entiendo por las
“perspicasias” que causa que siendo fundador de una de las tunas participantes
(que a la postre ganó el premio principal de grupos), se pretenda colocar como
un asunto de “ilegalidad” (que exageración) como lo he podido leer en alguna publicación
detractora del evento. Algunas personas han argumentado (con razón) que debí
declararme impedido, y efectivamente así lo hice en unas 8 ocasiones en que se
me instó a colaborar con tan ingrata labor que en otras ocasiones también
terminó en el vilipendio a los jurados participantes. A sabiendas de lo que me
esperaba, acepté, al ser notificado que de no hacerlo, sencillamente dicha
responsabilidad tendría que quedar en manos de una delegación ‘tunezca’ NO
adscrita a universidad alguna. En ese orden de ideas y bajo el argumento que mas
allá de saberme fundador de una tuna, me invitaban como representante de las
tunas masculinas (si, ya se, a mi también me parece redundante, pero que le
hacemos) y por mi condición de profesor de cátedra de la Universidad Unilatina
donde oficio como tal para la Tuna Universitaria Unilatina, asunto que me ha
separado desde hace 5 años de la tuna que ayudé a fundar en la Universidad
Católica de Colombia, para equiparar el asunto pues ya estaba seleccionada como
jurado una señorita integrante de agrupación de tuna mixta (lo cual no se menciona mucho por que la idea es caerle al evento por el hecho de que yo estuviera allí y punto) y un músico
profesional, cuestión esta última que la organización tomó como decisión ante
los periódicos disgustos que año tras año unos u otros concursantes deparan.
Pero como se ha visto en los innumerables mensajes de redes sociales, esta vez
tampoco se le pudo dar gusto a todo el mundo.
Dadas estas explicaciones, pasemos a otros asuntos no menos
apasionantes. Digo esto por las pasiones que ocasionan entre integrantes,
asistentes y no asistentes. Para desvirtuar los conceptos equivocados de que fue
“este servidor quien determinó los elementos de calificación”, aclararé que una
vez aceptada mi participación en el ingrato papel, recibí en mi correo
electrónico las condiciones de participación con el Reglamento del Evento que
muchos participantes alegaron desconocer, pero que sin embargo si tenían muy
claro a cuantos y en que condiciones de cupos de hospedaje contaban, pero
desafortunadamente como que solo se dedicaron a leer lo “cómodo y lo alegre” de
la comunicación, pero tal vez por cansansio, no llegaron hasta el final de la
lectura, donde se citaba con claridad el compromiso irreductible de la
organización del evento por prevenir y evitar los actos bochornosos o mal
comportamiento de los tunos visitantes a la población ya por mal manejo del
licor o por la “equivocación” de algunos al ingresar a sus cuartos de hotel asignados, y
que lo mismo estaría penalizado en la calificación general del festival, pues
para la organización “el festival dura los días que dura, arriba y abajo de la
tarima”. Por lo mismo no hace mucha justicia que después algunos blogueros se declararan
“extrañados” de la presencia del director de la organización en el lugar de deliberación
de los jurados, cuando lo que hacía dicho organizador en el momento de la foto "subrepticia" (así fué tomada por tales) estaba justamente indicándonos a los miembros del jurado el respetar y hacer respetar dichas cuestiones comportamentales exigidas en el reglamento. A mi particularmente esto me deja un mal sabor de boca y no
precisamente por la organización, sino por los participantes. Debería ser
motivo de reflexión que una organización ajena a las universidades que decimos
representar, tenga que “ajustarnos” el
comportamiento vía reglamentaria, para que los tunos entendamos que tenemos una
responsabiidad institucional seria y muy grande cuando portamos una beca o una
bandera con el escudo de nuestras casas de estudios, como para sentirnos “orgullosos”
de las batallitas ganadas al libar caminando erráticamente de día o de noche
por las calles de las poblaciones que tienen a bien abrirle sus puertas a “la
alegría” de la tuna.
Para desvirtuar (nuevamente) los conceptos equivocados de que fue
“este servidor quien determinó los elementos de calificación”, aclararé que seguido
a lo anterior, recibí vía email una tabla con los criterios que se evaluarían durante
la ejecución de las interpretaciones de los diferentes grupos, los cuales eran 13
premios, 32 grupos participantes y mas o menos 7 criterios de evaluación en
cada ítem, lo cual nos da mas o menos 2912 elementos de calificación (nos excusan si se nos paso alguno, total somos humanos, no había circuito cerrado de televisión, ni se estaba grabando el evento en tiempo real, ni que fuera la FIFA). Aquí ya
otra vez algunos estarán pensando (y con razón) que esa información debió
entregarse oportunamente a los grupos participantes, y debo decir que estoy
totalmente de acuerdo con quienes así lo solicitan, solo que me parece que es
una cuestión que debe hacérsele notar DECENTEMENTE a la organización como asunto a mejorar
en posteriores versiones del evento, mas me parece de quinta categoría, que una
vez recibidas las atenciones, pocas o muchas (de primera mano conozco los
esfuerzos que tienen que hacer las personas que se echan esa responsabilidad al
hombro, tanto los organizadores, como los estudiantes de Hotelería y Turismo de la UPTC que hacen su mejor esfuerzo para que todo salga lo mejor posible) como para que
un señor ofendido por tales o cuales cosas la emprenda con una comunicación
destructiva y malintencionada, procurando como ya lo ha logrado en gran manera
desvirtuar internacionalmente la labor que ese festival viene realizando desde
hace 10 años en Colombia, con aciertos y errores como todo el mundo, pero eso
no da derecho a acabar con un prestigio ganado a pulso. De hecho este servidor tuvo
en otras épocas grandes diferencias con el organizador de Duitama, mas no por
eso me sentí en licencia de emprenderla contra el evento, mas sí hacer efectivo
mi desacuerdo con el organizador, con quien en ultimas, y muy recientemente
aclaramos diferencias y dimos y recibimos las excusas de rigor.
Otro argumento que agarró fuerza en medio de la
desinformación, fue el hecho que se declarara desierto por parte del jurado los
premios referentes al baile de capa y baile de bandera femeninos, lo cual levantó
una ola de indignación feminista, aduciendo que no se dieron tales premios por
el hecho de “ser mujeres y no hombres”. Ante la perplejidad que me causa esta
afirmación de parte de algunas damas, y escribo algunas pues se de buena fuente
que en general las decisiones fueron recibidas con tranquilidad y aplomo por
parte de la mayoría de damas participantes, ya de grupos femeninos o mixtos, es
justo recordar que no lo fue así con otros premios, como el show de pandereta
femenino que lo obtuvo efectivamente un grupo comercial mixto (Centralistas, de
los que fuimos informados en la mesa ya no representan a la Universidad Central)
y el premio a solista femenino que fue otorgado también a una agrupación
femenina (Universidad Externado). El premio al manejo de bandera femenino se
declaró desierto por dos razones: quienes lo ejecutaron notablemente, lo
hicieron con elementos que no permitían identificar claramente si se trataban de
banderas o capas, por ejemplo usar grandes piezas rectangulares de colores sin
distintivo alguno. Y quienes si lo ejecutaron usando elementos
indiscutiblemente identificables como banderas, lo realizaron a juicio de los 3
jurados de manera aceptable, mas no notable o que mereciera un premio. En el
premio de capa femenino pasó un algo similar, en tanto que la señorita que hizo
notables movimientos, lo hizo con dos aparentes capotines de torero de unos 50
centimetros, la señorita que lo hizo con una capa verdadera limitó su número a
unos cuantos movimientos durante unos breves segundos y posteriormente hacer
mutis por el foro para desaparecer tras sus compañeras. En este punto los 3 jurados también estuvimos de acuerdo en que fué ejecutado de manera aceptable, mas no notable o que mereciera un premio. De aclarar que las
señoritas de los grupos femeninos desafortunadamente en esta ocasión
presentaron números notablemente inferiores a los vistos en otros concursos (por ejemplo los festivales de Ascun en Bogotá o en la Universidad EAN) y de todo corazón deseo que este concepto,
lejos de considerarse una afrenta al género, sea tomado como motivación de
mejora posterior.
Justo es resaltar como muy notable los procesos de mejora vocal que presentaron
algunos grupos mixtos como la Universidad Libertadores, los cuales nos dejaron
literalmente con la boca abierta, razón por la cual conminamos a la
organización a incluir dentro de sus posteriores versiones un premio a la “Excelencia
Musical” pues por tratarse esto de un concurso de tunas, se premiaría al final
a la que en conjunto mereciera el mejor concepto del jurado, pero eso no es
óbice para no desear hacer notar como efectivamente se hizo al final del evento,
la necesidad de premiar un área fundamental en el vivir de la tuna como lo es
la música, mas aun cuando es interpretada de tan magistral manera por integrantes
que no tienen la música como profesión.
Otra afirmación que me llenó de asombro en una publicación
referente, y realizada por una persona que nisiquera asistió al evento, sino
que realizó su propia “lectura” del asunto desde el extranjero (!) y a la luz de otra publicación (la
publicación destructiva que referí antes), aseguró que “se repartieron premios entre las tunas nacionales desconociendo
el esfuerzo que las tunas internacionales para asistir”. Esta afirmación tiene
tanto de cándida (por no decir mentirosa) como de ilógica. Cándida por que la señora bloguera es ignorante (o sea: ignora) que efectivamente le fue otorgado el premio “Tuna de la Simpatía” (hasta hace un
par de años el mas importante del evento) a la Tunamérica de Puerto Rico y así
mismo se le otorgó el premio a “Mejor baile de bandera” a la Tuna Universitaria
de San Martín de Porres de Perú, para la próxima vez, que la señora bloguera se informe
adecuadamente y ahí si de rienda suelta a su pródiga redacción. E ilógica, por
que sería un despropósito “obligar” a una organización a dar un premio por el
simple hecho de “venir de lejos”.
Otro tema recurrente en estos eventos es la participación de
grupos comerciales, es decir, agrupaciones de amigos que optan por usar el
nombre de “tuna“ para disfrutar la música o para obtener de ella beneficios
económicos. Debo decir que obviamente no comparto esta práctica en lo mas
mínimo, pero si de impedirse de participar en el evento se tratara, pues nos tenenos que
impedir todos, jurados y concursantes de universidades ya femeninas o
mixtas, pues (como dicen los niches) es lo que hay y desafortunadamente no lo
podemos cambiar a voluntad, sino solo en los eventos que nosotros mismos
administramos, por ejemplo el que realizamos en Unililatina (CETUNI) en el que
solo participan tunas masculinas, pues así lo preferimos allí. También se de
eventos de grupos exclusivamente femeninos, o exclusivamente mixtos, y están
bien también, así como eventos donde participemos todos, en diferencia pero tranquilos. Sin embargo debo
destacar la voluntad de la organización, quienes mediante un ítem del reglamento
buscan poner un límite a estos grupos mediante la exigencia en presentación de
un número mínimo de integrantes (10) pues a juicio de la organización “el
criterio de los grupos comerciales es ‘entre mas poquitos mas plata queda’
olvidando así el semillero”. Si bien no es la octava maravilla el concepto, por
lo menos es un comienzo, y aunque no es sabido por todos pues son cuestiones que
se manejan en la mesa del jurado, varios de dichos grupos fueron penalizados ya
por no contar con el número de integrantes suficiente, o por notarse que tenían
integrantes “empacados” a última hora. En todo caso debo destacar la
participación de un grupo de antiguos integrantes de grupos tunescos mixtos que
al no representar universidad alguna, ahora optan por el nombre de Cuarentuna
Santafé de Bogotá, lo cual no solo me parece apropiado sino gallardo y muy
decente con quienes están en la lid universitaria. Aunque me imagino que por
ahí saltan algunos cuarentunos ultraconservadores que no estén de acuerdo o les
quieran montar antigüedad, pero total no es mi asunto, ni conozco mucho de ello.
Mi última reflexión dirigida a la organización: Un festival
que se publicita como “de tradición universitaria”, si debería hacer honor a lo
que dice, en caso contrario, sencillamente es mejor no usar la dichosa
palabrita y todos entendemos el mensaje.
De resto, muy agradecido con el fin de semana, acabé con la espalda como
para quiropráctico y el trasero plano después de las 12 horas ininterrumpidas y almuersito de a poquitos, por que no se debía quitar el ojo de la tarima, pero en todo caso fue entretenido aunque no puedo decir del todo gratificante (por los venenosos comentarios posteriores de los detractores ya mencionados) haber
colaborado. Tengo la certeza de que el próximo año veremos cosas sorprendentes
tanto de parte de los que ya ganaron como de los que tuvieron malas tardes esta
vez y que el próximo año vendrán con mas brío y experiencia en la maleta.
Como corolario final, para muchos detractores que no me
conocen como persona en lo mas mínimo y que piensan de mi como un retrógrado
tunístico que no puede ver ni en pintura a los grupos femeninos o mixtos, deben
saber que mis conceptos parten de la simple y coherente razón que por
décadas en la tuna el lugar se gana con trabajo y humildad, por lo mismo no me
acallan recortes de periódico, ni reclamos feministas, sino que en mi opinión
los grupos femeninos y mixtos están en ese proceso de ganarse su lugar dentro
de nosotros, y en esto no he sido innoble al reconocer que algunos grupos de estos de
verdad han avanzado con firmeza ese proceso. Finalmente comentarles que tengo muchos y entrañables
amigos y amigas en dichas agrupaciones, con quienes hemos aprendido a compartir
y convivir en medio de la diferencia, y que en medio de broma y sorna les digo
murgos y ellos a mi puto perro purista y en medio de la carcajada general brindamos
con la siguiente cerveza. FIN.
FELIZ NAVIDAD A MIS LECTORES .. que por lo visto vienen
todos de la misma fuente .. la del mundi :P
PD: El comentario que mas me llegó al alma: "Fosforo eres el mas gonorrea de Colombia" .... seeeeee :D